jueves, 24 de mayo de 2007

Batalla del Alto de la Alianza

Antecedentes

Después de haber ocupado el Departamento de Tarapacá, en noviembre de 1879, desembarca en Ilo y Pacocha una fuerza chilena comandada por Erasmo Escala Arriagada. Ya en marzo envía el general Baquedano al Coronel Mauricio Muñoz hacia una expedición a Moquegua, al mando de 4.000 hombres, con el animo de destruir las fuerzas enemigas en la zona y aislar a los ejércitos aliados. Los sucesos allí ocurridos, serán descritos como la Expedición a Moquegua.
El primer choque se llevó a cabo en la cuesta de Los Angeles, la
Batalla de Los Ángeles ocurrió el 22 de marzo de 1880. La victoria chilena se logra luego que el regimiento Atacama escala la ladera de Guaneros sin ser advertido, que se consideraba un flanco seguro por los defensores, realizando la ofensiva desde atrás de las líneas peruanas.

La Batalla

La Batalla del Alto de la Alianza, fue una acción bélica que se desarrolló el 26 de mayo de 1880 en Tacna, específicamente en la meseta del cerro Intiorco, denominado como el Campo de la Alianza, debido a la alianza Perú-Bolivia, en el marco de la Guerra del Pacífico, siendo una de las acciones militares más grandes de la Campaña de Tacna y Arica.Se enfrentaron los ejércitos aliados del Perú y Bolivia contra Chile. Luego de la victoria de Chile tras 8 horas de combate, un suceso importante para el futuro de la guerra había ocurrido: el abandono de la alianza por parte de Bolivia, de allí el nombre Alto de la Alianza, dejando en combate al Perú contra Chile.

1 comentario:

genaro.figueroa dijo...

El Coronel Víctor Fajardo García se inmoló en la Batalla del Alto de la Alianza, el 6 de mayo de 1880.

El coronel Víctor Fajardo nació en la ciudad de Ayacucho un 23 de Marzo de 1838.
Pues estaban frescas las hazañas guerreras de la independencia, cuyos relatos escuchaba de labios de su padre el coronel Manuel Fajardo que llegó con la expedición libertadora del generalísimo San Martín y que había derramado su sangre en los campos de Condorcunca (1824), donde cayó herido y trasladado a la ciudad de Huamanga, con el tiempo echó raíces.
Fajardo García de clara inteligencia y férrea voluntad cursó sus primeros años en el colegio Chincha.
Antes de cumplir los 15 años de edad ingresó al Instituto Militar en calidad de caballero cadete.
Pero fue en enero de 1854, cuando haciendo uso de la licencia para visitar a sus padres en Ayacucho, llegó hasta él la clarinada lanzada en Arequipa por el Mariscal don Ramón Castilla, contra el gobierno de Echenique.
Fajardo fue uno de los más entusiastas organizadores del batallón Ayacucho y se incorporó a él con el grado de Subteniente, acompañando a Castilla durante toda la campaña revolucionaria.
Peleó en Izcuchaca Junín, hasta llegar a Miraflores para preparar el asalto a la Capital de la República.
Pero su bautizo de sangre como guerrero lo recibe en la batalla de las Palmas.
En 1856 estando destacado en el Batallón Paucarpata sofoca una rebelión de vivanquistas y asciende a Teniente por orden expresa del Mariscal Castilla.
Meses después logra los galones de Capitán Graduado al aplastar otro levantamiento en Huanta y el 6 de marzo de 1858 el Mariscal Castilla le otorga el grado de Capitán Efectivo al demostrar desprecio por la vida en una arriesgada acción militar.
ECUADOR
Cuando el conflicto con el Ecuador, el Mariscal Castilla, que tenía un elevado concepto de Fajardo García, lo escogió para que lo acompañara durante la campaña que terminó con la ocupación de Guayaquil y el Tratado de Mapazingue.
Aquí se cuenta un episodio protagonizado por Fajardo García que se encontraba en un establecimiento comercial cuando entraron dos militares ecuatorianos bravucones y pidieron cigarrillos.
Los que al ser atendidos preguntaron si los cigarrillos eran peruanos y al contestarles que no, mirando a Fajardo que les observaba, uno de ellos dijo: “Está bien, porque los peruanos son demasiado flojos“. Fajardo al oír estas palabras se lanzó como una fiera, contra los atrevidos y los abofeteó.
Esta actitud provocó un lance con uno de ellos que era un espadachín famoso y que al ser ofendido de obra escogió como arma la espada.
Fajardo no dominaba la espada, pero tampoco pensaba caer abatido en el campo del honor, así que toda la noche se la pasó ensayando, hasta el día siguiente en que se presentó al lugar designado donde después de ofrecer una violenta lucha, derrotó a su adversario al que poniéndole la punta de su espada en el pecho exclamó: “Le regalo la vida”, a la vez que el derrotado que sólo esperaba la muerte sorprendido por la generosidad de Fajardo García dio un “Viva el Perú”.
Terminada la campaña del Ecuador Fajardo García pasa al Batallón Puno con el grado de Sargento Mayor.
Encontrándose como jefe instructor en la Provincia de La Mar se entera de acontecimientos provocados por la escuadra española del Almirante Pinzón. No está de acuerdo con el Tratado Vivanco-Pareja y apenas se entera que en Arequipa el Coronel Mariano Ignacio Prado se había levantado anulando el convenio, Fajardo corre a Ayacucho a organizar un cuerpo de Ejército: el Batallón Ayacucho, que después fue puesto bajo las órdenes del Coronel Andrés Recharte.
Termina la campaña de Prado y ocupa el poder con el título de Dictador y él Teniente Coronel, obtuvo en premio de sus servicios la efectividad de su clase con fecha 20-11-1865.
Luego es nombrado Subprefecto de La Mar, después pasó a ser Subprefecto de la Provincia de Chancay, de Huancayo y de Cangallo sucesivamente. Cuando es creada la provincia litoral de Huánuco, Fajardo García, es nombrado primer Prefecto, pero no puede hacerse cargo del puesto al ser llamado para servir como ayudante de campo del Presidente Mariano Ignacio Prado.
Después fue jefe del Batallón América, Jefe del Estado Mayor de la División Centro.
LA GUERRA CON CHILE
Sin embargo, es en la guerra con Chile que Fajardo García sube a la gloria conquistando los laureles de la inmortalidad.
El 27 de noviembre de 1879 lo encontramos en uno de los puestos de mando del Batallón Cazadores del Cuzco batiéndose heroicamente como un león hasta conseguir la victoria en la Batalla de Tarapacá.
Pero es en el cerro Intierco, llamado después Alto de la Alianza, en que Fajardo García, que había peleado durante todo el día, cae herido. No obstante, en un supremo arrebato de valor exclama: “Adelante, mi anhelo es pasar la próxima revista como presente en la mansión de los héroes”.
En esa oportunidad Fajardo a pesar de estar herido siguió luchando, cubriendo la retirada de los sobrevivientes, hasta que una bala certera le destrozó el corazón. Y en el campo de batalla quedaron 3,150 soldados aliados muertos y 2,130 chilenos. El heroísmo de Fajardo García en esta acción memorable fue un sacrificio deliberado y consciente.